martes, 15 de diciembre de 2009

Arrecife

Sentirse vacío con el viento acariciando tu cara
perdiste todo valor sólo eres
sin más ni más
presente en el espacio abierto
sin límites
nada te restringe sólo el miedo al infinito.

Qué es la vida, sino la expresión
del deseo de experimentar de un alma errante.

Temes a morir y sin darte cuenta... temes vivir.

Eres como un charco estancado a centímetros del mar
percibes su brisa pero nada más,
caminas a tientas entre las rocas perdiendo el equilibrio
por miedo a caminar.

Observas a lo lejos una colosal roca que posee una abertura
¿qué habrá allí dentro? no lo sabes pero lo deseas saber,
dar un halo místico a algo tan simple es la gracia del existir,
ves la muerte al observar una concha hueca sin nada... vacía
crees que todo deparará como ella
o como ese lobo marino que ya no nadará jamás,
y te golpe sin aviso
¿por qué existimos?
¿qué somos?
¿Hacia donde vamos?

Rompe las cadenas de lo común del hábito
que coartan a tu ser y dejas de ser
sólo imitas o imitas al que alguna vez fuiste,
olvidando que eres como el río.

Detienes la cinta porque te agradó la escena
pero no te percatas que aún queda mucha por ver.

Comparas te comparas,
suelta la balanza de una vez por todas
o serás un verdugo sin darte cuenta.

Somos granos de arena en una playa multicolor,
¿ves al todo o cada parte por si sola?

Ves ese cerro escalonado y surgen en ti
deseos de brincar desde él hacia el abismo
que llama en ensueños permanentemente
si insiste contra ti
porque desistes y te entregas a sus fauces
cuesta tanto enfrentarlo cara a cara
y comprender el por qué te llama.

Discrimina tu sentir no a tu exterior,
no importa que hay afuera sino lo que hay adentro...

No hay comentarios:

Publicar un comentario